El Trichoderma y los activadores son los ganadores indiscutibles para un desarrollo perfecto de la planta: protegen las raíces, multiplican la superficie radicular unas mil veces y preparan el suelo para una mayor y más fácil absorción de nutrientes por parte de la planta. ¡La selección y el uso de Trichoderma es, visto de una manera estricta, incluso más importante que la elección del propio fertilizante!

Las diferentes especies y cepas de Trichoderma tienen diferentes funciones y características. Algunas manipulan el tamaño de la planta, otras tienen efecto sobre su color, otras proporcionan más brotes, etc. Es de lógica, las plantas madre tienen otras necesidades, distintas de las plantas en producción, y por lo tanto deben utilizar otros tipos de Trichoderma.

Para plantas madre una mezcla de varios tipos de Trichoderma es lo mejor. Estas mezclas ocuparán uniformemente las raíces mezclando varios efectos sobre la planta.

Pero para plantas de producción en floración un solo tipo de Trichoderma es más eficaz, un único tipo que sólo promueve el efecto deseado para nuestras plantas destinadas a la floración. En este caso, el objetivo será que aumente la absorción de fósforo en un 100% de las raíces.

Phosphoderma es una buena solución para conseguir este resultado, aunque hay que tener en cuenta que es altamente concentrado y muy productivo. Por eso, siempre debe utilizarse con moderación. Con el fin de evitar el asentamiento de otras especies de Trichoderma no deseadas en las plantas de floración por culpa de sustratos incorrectamente tratados previamente, se debe aplicar Phosphoderma desde el principio añadiéndolo a las raíces de semillas y esquejes de nuestras plantas destinadas a la floración.